miércoles, 17 de abril de 2013

Maravillas a distancia

I'd come for you, no one but you.


 
Escribo esto como regalo a dos personas increíbles que me alegran la vida cada vez que hablamos. Hace tiempo ya que les conozco, aunque jamás habíamos tenido tanto trato. Y nunca me habría imaginado que iba a ser posible quererles como les quiero.
Primero conocí a María. Pese a que también me gusta llamarla Keka, para mí siempre será la princesa de la sonrisa perfecta.
Es una de las personas más alegres que conozco, deprimirse con ella se vuelve misión imposible y, aunque no se lo crea, además de una preciosidad es una artista en potencia.

Después fue Jordi. Suelo llamarle "peque" y me hace gracia pensar que, seguramente, será más alto que yo. Nos gusta exactamente la misma música y me hace reír siempre que hablamos. Aunque no le guste que se lo diga, es adorable, capaz de sacarme una sonrisa cuando mi gente más cercana no lo logra.
Ambos son como mis hermanitos y me alegran las tardes con un simple mensaje, así como logran dibujarme una sonrisa con sólo pensar que el día en el que pueda darles un abrazo de verdad cada vez está más cerca.
Ellos (y otros a quienes también adoro con toda mi alma) son mis maravillas a distancia. Y solamente me queda decir que les quiero un poquito más cada día.